diumenge, 17 de març del 2013

Optimismo obligatorio (casi)

Il·lustració de Gabi Beltrán
El mismo 8 de febrero nos enteramos también de que, según un informe presentado por la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), uno de cada tres españoles no lee nunca. ¿Nunca? No. ¿Nada? No, nada de nada. En “El acento”, este periódico hacía una interpretación optimista del informe: a pesar de todo, el índice de lectura en nuestro país ha aumentado desde el 54,3% (en 2009) hasta el 63%, y se acerca así a la media europea, que es del 70%. Mi interpretación no es ni optimista ni pesimista; yo solo me pregunto: Dios santo, ¿sabe uno de cada tres españoles lo que se está perdiendo? ¿Alguien se lo ha contado? Vaya por delante que soy bastante escéptico con las campañas de fomento de la lectura, por lo mismo que lo sería con las campañas de fomento del sexo o del jamón de Jabugo; pero, del mismo modo que los chavales se pasan el día rodeados de chicas guapísimas (y viceversa), a mí me gustaría que los rodeásemos de libros buenísimos y de maestros bien pagados que supiesen disfrutarlos y les contasen lo que se están perdiendo. Luego, si los prueban y no les gustan, allá ellos: quien no disfruta follando ni comiendo jamón de Jabugo es que no tiene remedio.

Javier Cercas, El País Semanal, 17 de març de 2013

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